Nuestra historia

Mision

Que cada miembro de Josué haga discípulos: Ganando, Consolidando, Adiestrando y Multiplicando a través de una vida de Adoración, Amor, Palabra y Poder.

 

Vision

Ser una Iglesia de discípulos comprometidos con el Señor Jesucristo y su visión de hacer discípulos en toda nuestra nación El Salvador y en todas las naciones del Mundo.

Lema

Llamados a Conquistar el Mundo para Cristo

Historia

A lo largo de muchos años el evangelio no había entrado a la clase media, media alta y alta, por algunos prejuicios y temores, en este sentido la iglesia cristiana había marginado este sector de la sociedad con el evangelio, así como barreras que esta clase social había edificado para resistir al evangelio por su tradición de arraigo religioso. Una vez más está comprobado que aquellos que creen a la visión de Dios que el evangelio es “Para toda criatura” a “Todas las naciones” y que sea bendecido “todo aquel que en El cree no se pierda mas tenga vida eterna.” Esta visión llevó al Apóstol Pablo a decir: “ A griegos y a no griegos, a sabios y no sabios soy deudor.” Fue así como hubieron hombres que abrazaron esta visión para ir a la conquista de las almas sin Cristo.
 

 

Entre los primeros visionarios tenemos al hermano Pablo Finkenbinder iniciando un grupo de estudio bíblico, a nuestro hermano Carlos Valiente, quien fue parte de este grupo y abrazó la visión de levantar una iglesia para este sector de la sociedad, a nuestro hermano Juan Bueno, a quien Dios también le había puesto esta visión y se unió a este proyecto al ser invitado por el hermano Carlos Valiente y fue así como se desarrolló la estrategia adecuada para levantar este ministerio, donde muchos otros se unieron para extender el reino de Dios dentro y fuera del país cumpliéndose la Palabra de Dios en Habacuc 2:2.


“Escribe la visión y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella”. La visión es tener los sueños de Dios en nuestra vida y vivir por ella y para ella, donde los montes son reducidos a valles y los valles elevados a los montes, e inspira a sacar fuerzas de la debilidad, a apoyarse en la Gracia de Dios y da la certeza de ver el cumplimiento como una realidad. La iglesia nunca debe dejar de soñar los sueños de Dios, el día que lo haga, perderá su empuje y su papel protagónico de ser sal de esta tierra; pero su dicha es no dejarse robar la visión divina por las circunstancias, presiones y batallas de la vida. Jesús dijo: He aquí yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”. ¿Que mayor seguridad tenemos del éxito de la visión al garantizarnos el Señor, su respaldo hasta el cumplimiento de su plan eterno? Con Jesús no hay posibilidades de perder sino de triunfar.

A Dios sea la gloria por su misericordia al habernos llamado a formar parte de su Visión.

Iglesia Cristiana Josue